Un bodeguero deja al morir la siguiente herencia: siete barriles llenos de vino, otros seis a medias y cinco llenos hasta la cuarta parte de su capacidad, además, en el almacén, quedan nueve barriles vacíos. En su testamento pide que el vino y los barriles se repartan entre sus tres hijos en partes iguales y advierte que, por razones de conservación, el vino no debe ser cambiado de barril ni mezclado con el contenido de otro. ¿Cómo harías el reparto?
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